Vivimos entre una tormenta de aplausos
midiendo cuidadosamente los pasos
por es vivimos
entre preguntas a nosotros mismos.
Aventando plegarias al viento
esperando respuestas
un abrazo hasta sentir la fiereza del corazón del otro
ciegos en la ignorancia sucia que esconde verdades.
Sin confiar en nadie
en la inaudita inutilidad de sentirse indefenso
cada vez que en la noche
llegue la soledad por tu partida.
Entre anuncios de lágrimas nada tengo
he trabajado tanto para otros
que me olvide de vivir más despacio
ahora la vida no me alcanza en un soplo.
Nunca tuviste envidia ni recelo
tampoco una mirada que brille en el deseo
floreciste lento bajo el velo del cielo
sin escuchar tu canto en la sonrisa de mil colores.
Cuando se acabe la rutina morirás
¿nacerás de nuevo?
no lo creo
nada nace de nuevo en estos días tan feos.
Nuestros horizontes brillan en la oscuridad
es muy fácil amar de nuevo,
pregúntaselo al tiempo que lleva observando
a un beso desde el antiguo año viejo.
Nunca aprendí a bailar
no fue que no me gustara simular
lo deseo, la música agita mi corazón
cada vez que te veo.
Andaba intentando sentir primero,
y se me fue la vida en el intento
pescando aplausos
entre el vacío del complejo.
Poesía
Miguel Adame Vázquez.
El mute
16/03/2018.
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